domingo, 8 de noviembre de 2009

Contexto histórico de Río de las congojas

El siguiente artículo es importante para conocer aspectos históricos relacionados con los sucesos narrados en la novela. Pertenece al sitio:

http://www.pampagringa.com.ar/Pueblos/PROV_STA_FE/GARAY/cayasta/historia_ cayasta.httm

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FUNDACIÓN DE SANTA FE- JUAN DE GARAY

Ruinas de "Santa Fe la vieja"

En cercanías de la actual Cayastá

Dpto. Garay - Pcia. de Santa Fe

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La actual Cayastá, está asentada casi en el sitio donde en 1573, Juan de Garay fundó por vez primera la ciudad de Santa Fe. Escasos 1000 metros separan a Cayastá de ese sitio al que se lo denomina a menudo como Santa Fe la Vieja, que allí permaneció hasta la década de 1660, cuando se decidió su traslado a un lugar más conveniente desde el punto de vista económico, estratégico y de seguridad, es decir, al actual lugar de la ciudad capital de la provincia.

Cayastá está ubicada en el kilómetro 71 de la Ruta Provincial Nº 1, al norte de la actual Santa Fe de la Vera Cruz, y aproximadamente a 1 km. antes de llegar a a esta localidad, se encuentran las famosas ruinas de la primitiva Santa Fe, descubiertas por el lúcido historiador e investigador Agustín Zapata Gollán (1895-1986), que inició las excavaciones en la zona cuando corría el año 1949, basándose en previos estudios que determinaron su exacta localización. Digamos de paso que Agustín Zapata Gollán, fue un erudito y a la vez excelente empleado público que prestigió su cargo de funcionario del Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales de Santa Fe.

El sitio fue declarado mediante decreto 112.765/42 como Lugar Histórico Nacional, pero luego de las excavaciones dirigidas y exhumadas por Zapata Gollán, en 1957 esta declaración fue ampliada a la de Monumento Histórico Nacional, en razón de que los estudios y descubrimientos hechos permitieron ubicar tres templos: Santo Domingo, San Francisco y La Merced; además en el templo franciscano, fueron hallados los restos del primer gobernador criollo del Río de la Plata, Hernandarias de Saavedra, junto a los de su esposa, que era hija del fundador de la ciudad. Digamos también, que el voto unánime de los miembros de la Academia Nacional de la Historia avaló que las ruinas encontradas pertenecían a la primitiva Santa Fe.

La fundación de la ciudad de Santa Fe, siguió las pautas que eran norma en esa época, una cuadrícula de aproximadamente 100 has. cuya parte central se destinó a plaza de armas, a cuyo alrededor se ubicaron las despendencias administrativas, religiosas y para vivienda de los personajes principales, entre ellos el mismo Don Juan de Garay, guiándose por otros ejemplos de fundaciones como las de Lima en 1535. Fue sin duda una ciudad que respondió a una estudiada planificación previa. Si bien en el acta se hace referencia a un plano o traza que sirvió de base para el reparto de solares confeccionado por el propio Garay, este documento se extravió en la época colonial, perdiéndose con ello los datos de la distribución física de las partes adjudicadas a cada vecino, no obstante conocerse el nombre de cada uno de ellos.

Fue Garay quien repartió personalmente los solares, determinándose los espacios para chacras y suertes de estancias. Cada solar equivalía a un cuarto de manzana divididas a su vez por estrechas calles en cruz, sin duda bien hecho con criterio tanto económico como estratégico. A los hombres que gozaban de su mayor confianza les adjudicó los terrenos vecinos a lo que reservó para sí. Ya se sabe que el que parte y reparte se queda con la mejor parte.

Debe recordarse que Juan de Garay partió desde Asunción un 14 de abril de 1573 con el exclusivo propósito de fundar una ciudad que sirviera como escala y apoyo logístico al tránsito fluvial entre el Río de la Plata y Asunción, expedición que comenzó con nueve españoles peninsulares, setenta mestizos y aborígenes guaraníes traidos del área paraguaya.

Fundada que fue la ciudad a orillas del río Quiloazas (hoy San Javier), brazo del Paraná, un 15 de noviembre de 1573, transcurridos siete meses desde la partida de Asunción, en un trayecto que no estuvo exento de dificultades, se agregaron a estos audaces primigenios pobladores, otros aborígenes locales, (calchines y mocoretás) y esclavos negros africanos destinados al más rudo trabajo de las tierras que dieron origen a las primeras plantaciones de frutales y viñedos, el cultivo de cereales y la cría de ganado, escontrando esto último un excelente medio para su desarrollo que con el tiempo se volvió incontrolable y librado sólo a los avatares naturales.

El trayecto se cumplió tanto por vía terrestre, con 50 caballos, como por vía fluvial, con un bergantín, unas cuantas canoas, armas y municiones.

Los asunceños buscaron afanosamente "abrir puertas a la tierra", para combatir su forzoso aislamiento de otros grandes centros poblados y de difícil acceso en esos años en que los caminos tenían que abrirse a golpe de machete. Esta fundación, por lo menos les facilitó la entrada y salida por el "mar dulce" como lo denominó Solís.

La necesaria convivencia de este heterogéneo conglomerado humano, diverso en lo étnico y en lo cultural, sin duda conformó una sociedad de características especiales donde cada grupo hizo aportes de su cultura originaria.

Abandonado que fue el lugar tras el traslado al nuevo emplazamiento, el río Quiloazas con la paciencia que los años pusieron a su disposición fue carcomiendo las costas y modificando su cauce sin apuro pero sin pausa lo que dio como resultado que de las 100 hectáreas originales hoy queden sólo unas 69, proceso facilitado por la arenosa y poco consistente compactación de los suelos que surca, arrastrando el material aguas abajo y cavando un nuevo curso que dejó bajo sus aguas el sector próximo a la Plaza de Armas, donde se encontraban la Iglesia Matriz, la de la Compañía de Jesús, la de San Roque y la propia casa de Juan de Garay. En el sector que no fue afectado, está el remanente de la Plaza, las Iglesias conventuales de San Francisco, Santo Domingo y La Merced; el Cabildo y un gran número de viviendas que pertenecieron entre otros a un nieto del fundador, Cristóbal Garay; a Francisco de Paez, a Juan Gonzalez de Ataide, a Alonso Fernández Montiel, a Manuel Ravelo y a un escribano Juan de Cifuentes.

Las excavaciones pusieron al descubierto gran cantidad de objetos que dan indicios de la vida de la ciudad que existió un poco más allá de la mitad del siglo XVII. Vieron la luz, monedas, medallas, amuletos de plomo, rosarios, cuentas de collares, útiles de labranza, porcelana oriental, ladrillos, tejas (algunas con dibujos e inscripciones), herramientas, cerámicas españolas e indígenas.

Dentro de los recintos de los templos las excavaciones mostraron los restos de más de 200 pobladores enterrados en el lugar, y Zapata Gollán logró identificar a varios entre los que se encontraron los de Hernandarias y su esposa.

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A continuación transcribimos un folleto distribuido por la

Secretaría de Cultura del Gobierno de la Provincia de Santa Fe a través del Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales, durante la realización de la Feria del Libro llevada a cabo en la ciudad de Rosario en el año 2007 en el denominado Patio de la Madera.

(Textos: Secretaría de Cultura de la Provincia para presentar ante la UNESCO, Arq. Luis María Calvo y de la página www.ceride.gov.ar/santafelavieja. Armado de la Campaña: Graciela Pérez.)

Email: museossinfronteras@yahoo.com.ar

Ruinas Santa Fe la Vieja Patrimonio de la Humanidad

La ciudad y sus pobladores

Santa Fe fue una ciudad planificada desde su inicio. El acta fundacional hace referencia explícita a una traza o plano de la ciudad que sirvió de padrón para la adjudicación de los solares. Sin embargo, el plano trazado por Garay se perdió durante la época colonial y con él aparentemente toda documentación gráfica de la distribución física de la ciudad.

Debieron transcurrir cerca de tres siglos para que la evidencia arqueológica de las Ruinas de Santa Fe la Vieja la identificaran como la primera ciudad planificada del Río de la Plata.

Garay repartió personalmente los solares y determinó la distribudión de chacras y de suertes de estancias. El plano de la ciudad siguió el trazado de cuadrícula introducido en América por la praxis conquistadora y fundacional española.

Es probable que para dar traza a Santa Fe, Garay se guiara por los ejemplos prácticos de otras ciudades ya fundadas como Lima (1535). El reparto de cada solar, equivalente a la cuarta parte de una cuadra o manzana dividida en cruz, fue hecho con verdadero sentido económico y estratégico.

Pocos son los índices demográficos que se tienen de la vieja ciudad, comenzando por los nueve españoles y más de setenta mestizos paraguayos que acompañaron a Garay en 1573. El primer dato censal corresponde a 1622 cuando el Gobernador Diego de Góngora empadrona 126 vecinos, o sea alrededor de 900 habitantes. Para mediados de aquel siglo, el número de habitantes puede estimarse entre 1500 y 2000.

Los pobladores conformaron una sociedad de gran diversidad étnica y cultural, compuesta de españoles europeos, criollos, mestizos, aborígenes locales y procentes del área paraguaya (guaraníes) y africanos incorporados como esclavos. Cada uno de estos grupos aportó rasgos de su propia cultura y orígenes en la configuración de la sociedad santafesina.

Valor universal

El sitio arqueológico-histórico Santa Fe la Vieja presenta características únicas para el extremo sur de América. Se trata de los restos materiales de una ciudad fundada en 1573 por Juan de Garay, uno de los primeros colonizadores españoles de la región, que tuvo una ocupación aproximada de noventa años y fue abandonada a partir de su traslado en 1660 a un nuevo sitio por razones económicas y estratégicas.

Tiene valor universal por representar una ciudad que se desarrolló entre el Período Colonial Temprano y la primera etapa de consolidación del sistema en el Río de la Plata, cuya traza urbana, planta catastral y registro arqueológico y documental ponen de manifiesto procesos culturales con características singulares. Estos procesos surgen de la convivencia en un contexto urbano de grupos humanos diferentes, que originan una sociedad multicultural organizada bajo el modelo y con hegemonía del componente hispánico.

El sitio constituye una fuente de información histórica y arqueológica que ilustra claramente la transferencia de los principios de planificación urbana del Imperio Español a América, referenciando las particularidades con que los mismos se implantan según el área geográfica de que se trate y las preexistentes culturales con las que se enfrente.

Testimonia dichas transferencias pero a la vez da cuenta de que los principios urbanísticos hispánicos son reelaborados en el proceso de adaptación a las circunstancias coyunturales, por las condiciones geográficas y climáticas del emplazamiento y la experiencia limeña del fundador.

La presencia en Santa Fe la Vieja de españoles peninsulares, criollos (españoles americanos, en su mayor parte mestizos), portugueses que muchas veces eran criptojudíos, guaraníes traídos desde Asunción como auxiliares, poblaciones indígenas locales (Calchines, mocoretás) y africanos esclavos, conforma un panorama sociocultural sumamente complejo, con rasgos particulares, marcado por el intercambio cultural propio de la dinámica de una región de frontera

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"La memoria es un motor fundamental de la creatividad: esta afirmación se aplica tanto a los individuos como a los pueblos que encuentran en su patrimonio -natural y cultural, material e inmaterial- los puntos de referencia de su identidad y las fuentes de su inspiración." UNESCO

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Declaratoria de Monumento Histórico Nacional.

Por el decreto 112.765/42 el sitio fue declarado Lugar Histórico Nacional.

Luego de la exhumación de las ruinas de la primitiva por Agustín Zapata Gollán, director del Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales, esta declaración fue ampliada en virtud del decreto del 25-III-1957 a la categoría de MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL.

Entre los considerandos de la ampliación de la declaratoria se tuvo en cuenta que los estudios realizados por Zapata Gollán habrían permitido nuevos y numerosos testimonios de la ciudad fundacional: los templos de San Francisco, Santo Domingo y La Merced, el Cabildo y varias viviendas de los primeros pobladores. También se consideró que en el recinto del templo franciscano se habían hallado los restos de la hija del fundador y de su esposo el Gobernador Hernandarias de Saavedra. La fundamentación tuvo igualmente en cuenta que la Academia Nacional de la Historia había dictaminado dos veces por el voto unánime de sus miembros, que las ruinas descubiertas pertenecían a la primera ciudad de Santa Fe.

Descripción

El sitio corresponde al asentamiento en el que estuvo la ciudad de Santa Fe desde su fundación en 1573 hasta la década de 1660, cuando fue trasladada 78 km. hacia el sur. Su localización y excavación se debe a Agustín Zapata Gollán (1895-1986), quien inició sus investigaciones a mediados de 1949.

En el sitio pueden distinguirse dos áreas que tuvieron uso y forma de ocupación diferenciada: el entorno de la Plaza de Armas, con solares dedicados a usos religiosos, administrativos y viviendas, y la zona de las "cuadras", dedicadas a cultivos urbanos (frutales y viñedos).

El río San Javier ha erosionado en sector próximo a la Plaza, donde se encontraban la iglesia Matriz, la iglesia de la Compañía de Jesús, la iglesia de San Roque y la casa del propio Juan de Garay.

El área actual del sitio de casi 69 hectáreas corresponde a las dos terceras partes de la traza fundacional. En este sector se encuentra el remanente de la Plaza de Armas, las iglesias conventuales de San Francisco, Santo Domingo y la La Merced, el Cabildo y un número significativo de viviendas, entre ellas: la de Cristóbal de Garay, nieto del fundador, y las de Alonso Fernández Montiel, Francisco de Páez, el escribano Juan de Cifuentes, Juan González de Ataide y Manuel Ravelo.

De las construcciones originales se conservan partes bajas de los muros y sus cimientos, construidos con la técnica de tapia o tierra apisonada, además de fragmentos de tejas, algunas de ellas con dibujos e inscripciones.

En relación con estas estructuras, las investigaciones arqueológicas han puesto a la luz un importante caudal de objetos que testimonian la vida de la ciudad hasta mediados del siglo XVII: cerámica indígena, hispano-indígena y española, porcelana oriental, tejas, ladrillos, monedas, medallas, cuentas de collares y rosarios, amuletos, útiles de labranza y herramientas. El registro arqueológico da cuenta de una sociedad compleja y pluriétnica en la que conviven españoles, mestizos, aborígenes y africanos.

Dentro del recinto de los templos las excavaciones dejaron al descubierto los restos de los pobladores allí enterrados, dos centenares de sepulcros dentro de los cuales Zapata Gollán pudo identificar algunos de los más importantes, entre ellos los de la hija de Juan de Garay, fundador de la ciudad, y su esposo Hernandarias de Saavedra, el primer Gobernador criollo del Río de la Plata.

En el último cuarto del siglo XVI los conquistadores españoles concentrados en el Paraguay decidieron aplicar una nueva estrategia geopolítica de apertura y comunicaciones representada por la expresión de "abrir puertas a la tierra". Uno de los primeros pasos fue fundar una ciudad que sirviera de escala en el trayecto fluvial hacia el Río de la Plata y los caminos que comunicaban tierra adentro con el Tucumán, Chile, el Alto Perú y el Perú.

Con ese fin, Garay reunió nueve españoles y más de setenta mestizos, que partieron de Asunción el 14 de abril de 1573 con un bergantín y seis canoas hendidas a manera de barcas y algunas canoas sencillas, cincuenta caballos, armas y algunas municiones.

Se eligió un sitio a orillas de un brazo del Paraná denominado Río de los Quiloazas -actualmente San Javier-, a menos de un kilómetro hacia el sur del actual pueblo de Cayastá.

En ese lugar se realizó la ceremonia de fundación de la ciudad de Santa Fe el 15 de noviembre de 1573. El acta ha sobrevivido en una copia autenticada por el propio Juan de Garay en 1583, que se conserva en el Archivo General de Indias de Sevilla y de un fragmento que se conserva en el Archivo General de Provincia.

http://www.pampagringa.com.ar/Pueblos/PROV_STA_FE/GARAY/cayasta/historia_cayasta.htm